Plantas ictiotóxicas: verdades y mitos sobre su aplicación en peces
Desde tiempos inmemoriales los nativos de Asia, Europa y Sudamérica han usado cortezas y raíces de diferentes plantas que contienen venenos muy activos con acción ictiotóxica. Este término se refiere al efecto que puede producir en los peces que se encuentran en las proximidades del lugar de aplicación, teniendo efectos que van desde la sedación temporal hasta la letalidad.
Aquí en el eje cafetero se tienen evidencia de su uso por parte de la etnia Quimbaya, pueblo indígena colombiano, a mediados del siglo XVI. Actualmente, hay estudios avanzados por parte del grupo Polifenoles de la Escuela de Química en Universidad Tecnológica de Pereira (Ramirez et al., 2013) En los que se determinó que las especies vegetales que tenían mayor efecto ictiotóxico eran: Miconia caudata, Clidemia hirta y Hirtella racemosa.
En Europa llevan siglos usando las plantas venenosas para capturar peces, por ejemplo, los griegos cocían flores de tripo o gordolobo. En cambio, los romanos utilizaban el jugo de ciclamen.
Actualmente, estos métodos son ilegales en Europa debido a que pueden tener consecuencias imprevisibles.
Este método mediante el uso de venenos (alcaloides de plantas) puede ser interesante para determinar análisis científicos en poblaciones de peces, a veces es conveniente capturar todos los individuos que habitan en una cierta área, un espacio confinado, para ello la pesca con veneno puede ser efectiva.
En Asia, se suelen utilizar plantas con un elevado contenido en rotenona. En India, es fácil encontrar varias plantas papilionáceas del género Derris sp., aunque su distribución cubre todo el sur de Asia. Por ejemplo, las raíces de Derris sp. contienen más del 10% de rotenona.
El veneno (rotenona) produce una constricción tan grande en los vasos sanguíneos branquiales que se imposibilita la respiración de los peces. Esto puede explicarse ya que la rotenona genera un fenómeno de inhibición en las enzimas en la cadena transportadora de electrones del ciclo respiratorio. Además, su dosis-respuesta es muy efectiva, siendo activo a pequeñas concentraciones. Tener en cuenta ese dato, con 0,5 litros es suficiente para 1.000.000 de litros de agua. De ahí, las restricciones en espacios naturales. Curiosamente, este veneno es muy tóxico para animales de sangre fría (poiquilotermos) que absorben oxígeno directamente del agua. Por su parte, no es venenoso para el hombre y animales de sangre caliente (homeotermos). En el caso que se apliqué a un lago privado que sea cerrado, en el caso que beba el perro, no le pasará nada. Además, a la hora de cocinar el pescado, la rotenona es termolábil y se desactiva con la cocción del alimento, igual no es tóxica para el ser humano, pero es recomendable seguir las directrices del Códex Alimentarius de la FAO y que el pescado alcancé mínimo 75°C en su interior durante el proceso de cocción o preparación culinaria.
Durante mucho tiempo, se pensaba que lo que hacía estas sustancias activas como la rotenona, era impermeabilizar la difusión del oxígeno del aire al agua. Pero esto es falso.
Si requerimos que en nuestra explotación piscicola se llevé a cabo un proceso para la eliminación total del oxígeno disuelto en agua, para esto se debe utilizar unos reactivos.
El primero es el Cloruro de Cobalto CoCl2 que se utiliza como catalizador, se añade 0,1 mg/L que inicia con una caída brusca del oxígeno en sólo 5 minutos.
El segundo es el Metabisulfito de Sodio Na2S2O5 que se mezcla con el CoCl2, en este caso se utilizan 10 mg/L/mg Oxígeno, esto quiere decir que 10 mg de Metabisulfito de Sodio secuestran 1 mg de oxígeno disuelto en un litro, y eso hay que extrapolarlo al volumen de agua de la explotación. Se espera que el oxígeno disuelto bajé a 0 mg/L, por poner un ejemplo, en un depósito de 50 m3 puede tardar 2 horas. Estos reactivos se consiguen fácilmente en almacenes agropecuarios o de químicos, por ejemplo, una estopa de 25 kg de Metabisulfito de Sodio cuesta aproximadamente 150.000 pesos colombianos. Es muy importante que el proceso se llevé a cabo con un oxímetro, termómetro y cronómetro. Con esto posteriormente, se pueden determinar el SOTR (Kg O2/h) y el SAE (Kg O2/kwh). Sin duda, para nosotros la mejor opción para asegurar la aireación suficiente y conocer los costos implícitos por electricidad, es calcular el SAE.
Referente a la rotenona y otros venenos se justifica su uso para alguna finalidad científica, por ejemplo, eliminar una población de peces invasores de unas lagunas, dónde se pretende realizar una introducción de especies autóctonas para repoblamiento, para tener mayor control y ventaja competitiva.
Curiosamente, la mortalidad por rotenona es muy característica. Los peces mueren en posición horizontal, normalmente con la vejiga natatoria llena.
En cambio, para usos en temas de producción es más efectivo, utilizar el Eugenol, principio activo proveniente de las hojas del árbol de clavo Syzigium aromaticum. La ventaja de este producto para sacrificio (eutanasia) es que su vida media es sólo de 12 – 14 horas en el músculo del pescado. Por lo tanto, se tienen más evaluaciones de eficacia y residualidad que otras sustancias en plantas con venenos con efecto ictiotóxico. Además, nosotros comercializamos este producto incluso para plantas procesadoras de pescado que exportan filete o pescado entero eviscerado a Estados Unidos y Europa, cumpliendo con plan HACCP y certificación BAP (Best Aquaculture Practices). Sin duda, estos mercados son donde los controles zoosanitarios se realizan más exhaustivamente. Por último, se ha comprobado que es un producto biodegradable que termina precipitando. Finalmente, es fotosensible, por ese motivo se comercializa en un frasco de vidrio ámbar.
Muchas veces se desconoce que otras sustancias (alcaloides) pueden tener las raíces de plantas, tenemos que investigar más la bioprospección, en búsqueda de diferentes sustancias que no sólo puedan ser útiles para su uso en el control de poblaciones en peces, sino también para el desarrollo de nuevos fármacos para salud humana (antitumorales, anti ulcerativos e insecticidas).
La dificultad principal, que para esto se requieren unos equipos analíticos llamados cromatografos HPLC, permite separar, identificar y cuantificar una muestra, en base a la interacción de una columna y la fase móvil. Después, de ese proceso se puede determinar la cantidad y pureza de las sustancias detectadas. Actualmente, tenemos conocimiento en profundidad del uso de los equipos HPLC, el problema es la inversión del equipo, lo que dificulta su acceso al mismo, los más sencillos pueden costar unos 62.500 USD. Queremos aprovechar nuestra experiencia en el manejo de estos equipos para realizar pruebas con matrices fúngicas, con el fin de seguir ayudando a los productores. Cualquier persona que tenga disponible un equipo HPLC, preferiblemente en Colombia. Podríamos realizar una alianza para su uso, nosotros pagaríamos los solventes necesarios: acetonitrilo, metanol, buffer, etc.
Actividad Ictiotóxica y Citotóxica de Extractos de Plantas Chrysobalanaceae, Melastomataceae, Rubiaceae y Rutaceae de la Flora Colombiana
Colombia, Scientia Et Technica ISSN: 0122-1701, 2013 vol:18 fasc: N/A págs: 548 – 552, DOI:http://dx.doi.org/10.22517/23447214.8375
Autores: FRANCISCO JAVIER JIMENEZ GONZALEZ, LUZ STELLA RAMIREZ ARISTIZABAL

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Muy interesante
muchisimas gracias
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