Hoy se adelanta un álgido y justo debate entre dos sectores de un país polarizado por el conflicto armado. La institucionalidad, en especial la institución armada, publica cómo éxito operacional el bombardeo al “Campamento Base de Gentil Duarte” un disidente del proceso de paz del 2016. Por su parte, un amplio sector del país se horroriza al comprobar que muchos de esos “guerrilleros abatidos” fueron niños de escasos 9 a 17 años de edad. En medio de toda esta polarización, un río.

El río Guayabero, cuyo nacimiento se origina en las montañas de la cordillera oriental colombiana, en zona rural del Departamento del Huila, transcurre por lechos rocosos pertenecientes a la Serranía de La Macarena formando el primer estrecho denominado “Angosturas 1”, para luego bañar las costas del municipio de La Macarena, en el Departamento del Meta. De allí se despide del predominio regional del meta y empieza a ser compartido como frontera natural del mismo departamento del Meta por su ribera norte y por el Departamento del Guaviare en su ribera Sur.

En su paso por estos dos departamentos, el río se convierte en la zona más neurálgica de la permanencia del conflicto armado colombiano, siendo zona de predominio de las Disidencias de “Gentil Duarte” quienes ejercen su poder en la zona, con el sabor agridulce de la obvia violencia del conflicto y el férreo control que ejercen sobre el río, que de esta manera se beneficia paradójicamente. El río es el santuario de “Gentil”, lo protege con mano de hierro y dicta normas para que nadie pueda entrar a realizar pesca comercial y minería ilegal.

Bajo este control el río renace en vida, se puede ver en sus faenas de caza las payaras (Hydrolycus scomberoides), el salto que hace el Valentón (Brachyplatystoma filamentosum) para eliminar los parásitos de su cuerpo y aún los campesinos programan sus faenas de pesca para ir a bucear y enlazar al majestuoso bagre amarillo (Zungaro zungaro), una tradición en las zonas de Cachicamo, Nueva Colombia y Puerto Nuevo.

El río renace en vida y sigue su transcurso por la geografía guaviarense hasta pasar por el centro poblado de La Carpa, donde inicia un nuevo desafío topográfico al precipitarse por profundos cañones de la serranía de la Lindosa, formaciones rocosas de la era pre-cámbrica que a su vez hacen parte del escudo guyanés.

Así, al ingresar a grandes cañones de piedra de base ígnea y formaciones sedimentarias de arenisca, cortando los enormes tepuyes de la serranía de la Lindosa, forma el majestuoso Raudal del Guayabero Angosturas II, el cual pertenece administrativamente al sistema nacional de parques naturales, zona de amortiguación de la Serranía de la Macarena.

En este sitio, más exactamente en las bocas del raudal, se ubica el centro Poblado que lleva su mismo nombre. Una comunidad que ha soportado las etapas más aciagas del conflicto armado y cuyos habitantes generan procesos de turismo comunitario, después de haber participado activamente como combatientes de las extintas FARC-EP, y ahora se comprometen con los acuerdos de paz como Reincorporados del Proceso del 2016.

Es en esta comunidad, rodeada de naturaleza exuberante y un río majestuoso, pero frágil, es donde nace la Corporación Corpesca Guayabero. Entidad sin ánimo de lucro que centra sus objetivos en el Fomento de pesca deportiva, artesanal y de consumo. Ejecutando ya proyectos con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, mientras se compromete a sustituir la pesca comercial depredadora, por actividades de pesca deportiva, acuicultura y conservación del río Guayabero.

En medio de los aciagos momentos del conflicto que aún está latente, Corpesca Guayabero se convierte en esperanza, no solo para sus 41 integrantes, entre ciudadanos del Guaviare, reincorporados de FARC y campesinos de la zona, sino para todo un Departamento y un País que se sorprende al ver nacer esta hermosa iniciativa comunitaria.

Ayer, 12 de marzo de 2021, de manera histórica, Corporación Corpesca Guayabero inicia acciones para crear el “CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN ICTIOLOGÍA Y ECOLOGÍA PESQUERA” ubicado en un terreno sobre la ribera guaviarense del río Guayabero. Iniciando con acciones administrativas para la consecución del terreno y hablando a la comunidad científica internacional para que nos acompañe en este noble propósito.

Autor: Miguel Ulises Tabares Valencia (Secretario Corporación Corpesca Guayabero)

@corpescaguayabero