Mantenimiento de juveniles de pez payaso Amphiprion percula
A fondo, me adentré en la zona de cuarentena de “l’Aquàrium de Barcelona” durante mes y medio, desde mediados de junio hasta finales de julio del 2003. Estuve llevando el mantenimiento de unos juveniles de Amphiprion percula. Esta especie pertenece a la familia Pomacéntridos, dónde encontramos 28 especies conocidas pertenecientes a 2 géneros: Amphiprion spp. y Premnas spp. Ambos géneros con una fuerte demanda en el mercado de la acuariofília marina.
Lo más importante es que Amphiprion percula y Amphiprion ocellaris tienen una líbrea muy similar, para clasificarlo taxonómicamente de forma correcta, hay que fijarse en el número de radios espinosos de la primera aleta dorsal, que en Amphiprion percula son 9 y en Amphiprion ocellaris son 11.
En primer lugar para empezar explicando mi rutina, hacía un control diario de los parámetros del agua del tanque utilizado como algibe que proporcionaba agua acondicionada para los peces marinos tropicales del único sistema. También me ocupe del control del tanque de cría, haciendo observaciones y evaluando el estado de los juveniles. El tanque contenía 6 juveniles de pez payaso Amphiprion percula, en los que presencie el cambio de pigmentación a las típicas franjas del ejemplar adulto. Estos procedían de una puesta de una pareja de Amphiprion percula criados en cautividad con una anémona Heteractis magnifica.
Las puestas pueden oscilar entre 100-1000 huevos que son colocados de forma concéntrica en una roca próxima al discopedio de la anémona.
Una vez establecida una pareja reproductora, se puede dar una puesta regularmente en intervalos de 12-18 días, esto equivale a 2,4 puestas al mes o lo que es lo mismo de 7200-24000 huevos/pareja/año, incluso al mes de aclimatarlos a un nuevo tanque. Una vez se ha realizado es el macho el que más se ocupa de la prole, mostrándose muy pendenciero con otros peces y abanicando los huevos con sus aletas pectorales para oxigenarlos, también devoran los huevos no fecundados o los que empiezan a ser colonizados por hongos, ya que se podrían diseminar fácilmente al resto de la puesta.
La eclosión puede tardar de 6-8 días dependiendo de la temperatura del agua.
Al principio, los huevos son anaranjados, pero a los pocos días se vuelven translúcidos y se pueden apreciar los ojos de los alevines. La tasa de eclosión varia bastante, pero se ha alcanzado tasas de eclosión del 90-95% en el Amphiprion percula, después aumenta la mortandad después del período crítico, podiendo alcanzar tasas del 45-50%, el período crítico se suele dar el segundo día después de la eclosión, en que el saco vitelino es absorbido y los alevines empiezan a alimentarse con rotíferos, lo que indica la incapacidad para digerirlos, hasta que al final se adaptan.
Los alevines recién eclosionados de Amphiprion percula miden entre 3-4 mm de longitud.
Ciertamente el saco vitelino de las larvas es absorbido totalmente en tan sólo 3-5 días a una temperatura de 25ºC. Estas larvas eclosionan con un tracto digestivo bien diferenciado, hay que destacar que las glándulas gástricas se empiezan a desarrollar 11 días después de la eclosión, pero en cambio, la presencia de vesículas de inclusión supraventricular no se desarrolla en el intestino grueso hasta el día 25 después de la eclosión, esto sugiere que la capacidad digestiva se encuentra limitada en las primeras 2 semanas, constituyendo un período crítico de la supervivencia de las larvas y por tanto a la alimentación con presas vivas, al que hay que sumar el período crítico del segundo día comentado arriba.
Además hay estudios que indican que la aplicación de un tipo concreto de bacteria probiótica llamada Lactobacillus rhamnosus IMC 501, está ligado a un incremento del peso de las larvas y los juveniles, también aumenta la velocidad de crecimiento que se ve reflejada en que las larvas sufren la metamorfosis a postlarva 3 dias antes del control. También decir que las malformaciones del desarrollo del cráneo se reducen entre un 10-20% en los individuos tratados y por último se da una reducción del estrés mediado por glucocorticoides.
Sobre todo la alimentación de los reproductores es un aspecto clave para estimular la puesta, para ello es conveniente un aporte de presa viva en forma de artemia adulta y papilla triturada compuesta por capelín entero, mejillones cocidos y calamar eviscerado.
Asimismo, se ha visto que Amphiprion percula tiene cierta predilección hacia especies concretas de anémonas, se ha comprobado la relación simbiótica con las siguientes especies: Heteractis magnifica, Entacmaea quadricolor, Stichodactyla gigantean y Stichodactyla haddoni. Hay estudios que revelan que la completa adaptación al huésped (anémona) requiere un tiempo que varía desde un minuto hasta incluso las 3 horas.
La media del tiempo de adaptación del pez payaso a una anémona es de una hora.
En la relación del pez no aclimatado con su huésped no se observan reacciones de alimentación. Se ha podido comprobar, que una vez el pez se ha aclimatado a su anémona, la separación física de ambos, mediante una barrera, hace que cuando está sea retirada, el pez se dirija rápidamente hacia su anémona. Esta relación es tan estrecha que incluso se ha visto que cuando baja la marea, el pez permanece en la anémona hasta que vuelva a subir el nivel del agua, este hecho se suele dar en mareas vivas. Esto puede conlleva un potencial riesgo de desecación.
En la misma línea se han hecho experimentos sobre la inmunidad del pez payaso a la descarga de los nematocistos de los tentáculos de la anémona. Se ha podido constatar que la clave de esta protección se basa en el mucus protector de la piel del pez. Este mucus es termolábil mediante una acción rápida, esto se consigue calentando a 100ºC durante 10 minutos, y posteriormente, secado en un horno calefactor y a continuación enfriándose a temperatura ambiente.
Para mantenerlo el mucus en perfecto estado, el pez frota su cuerpo con la anémona.
De manera similar, parece que el rozamiento, estimula a la anémona a expandir su disco oral con sus respectivos tentáculos, hace pensar que el pez afecta a los circuitos neuromotores de la anémona, también por el efecto directo sobre el sistema nervioso del principio activo del mucus, que confiere esta inhibición de la activación de los nematocistos. Se ha podido comprobar mediante estudios, que el principio activo es secretado por la superficie externa del tegumento del Amphiprion percula, en cierto modo, aumenta el intervalo de la inducción mecánica de los nematocistos. En cambio, no se modifica el umbral de la descarga inducida eléctricamente. El principio activo no está presente en el músculo del pez.
En cambio, el mucus protector no impide que sean paralizados por anémonas del género Anthopleura, por este motivo las evitan.
En nuestro caso, el tanque de los progenitores tenía una capacidad de 200 litros y 59 gramos de roca viva.
Pasadas 4-6 horas de la eclosión, se procedió a una aclimatación paulatina de los alevines “gota a gota” al tanque destino utilizado como nursery “paso de poslarva a juvenil”.
Por otro lado, el tanque de los juveniles consistía en un tanque de vidrio estándar de 38 litros (51 x 26 x 36 cm) sin decoración, contando con un difusor de piedra pomer conectado a través de un tubo atóxico a una bomba de aire situada por encima del nivel del agua del tanque, para evitar la re-entrada del agua al mecanismo interno de está. Este compresor mantiene una aireación adecuada para mantener una concentración de oxígeno óptima alrededor de 6 mg/l. La temperatura del agua se mantuvo a 26ºC, esta agua provenía de un tanque acondicionado del sistema con una capacidad de 200 litros que contenía un termocalentador con su respectiva sonda.
Del mismo modo, el agua se va renovando 4,5 veces al día, ya que se mantiene una llave abierta parcialmente con un goteo continuo que junto a la aireación del difusor permite la correcta difusión de los gases, el agua se drena a través de un desagüe superficial cubierto con una malla de 120 micras para que no se cuelen los nauplios de artemia y los mismos alevines. En cuanto a la intensidad lumínica es aproximadamente de unos 10000 luxes proporcionada por un tubo fluorescente tipo Grolux de 15 vatios y un espectro muy similar al natural. La pantalla se encuentra conectada a un temporizador que mantiene un fotoperíodo de 12L:12D. La salinidad se mantuvo a 35 g/l.
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Una vez los huevos fueron depositados en un tanque de cría cilíndrico de poliuretano con paredes negras, 3-4 horas antes de la eclosión es necesario una buena aireación, cuya función seria proporcionada por los progenitores abanicando los huevos con las aletas pectorales. Después de la eclosión y durante 8 días, las larvas se mantienen en un sistema estático a una temperatura entre 24-25ºC y una salinidad de 30 g/l.
En primer lugar es necesario los cambios parciales mediante renovaciones entre 1/8 y ¼ a la semana, para evitar la acumulación de los nitratos. También decir que después de cada toma. Es necesario sifonar el fondo para eliminar los restos de materia orgánica que se podrían traducir en una elevada concentración de compuestos amoniacales. Para mantener controlado el amoníaco fue medido colorimétricamente utilizando el método del salicilato, manteniéndose en un rango entre 0 y 0,02 mg/l. En las primeras fases conviene ajustar el flujo a una renovación cada 24 horas, pasando a 4 renovaciones por día a los 30 días. La correcta iluminación viene dada por 2 tubos fluorescentes de 15 W con un fotoperiodo de 16L:8D.
En segundo lugar las larvas son alimentadas con rotíferos Brachionus rotundiformis a partir del segundo día hasta el décimo día, a una densidad de 5-20 individuos por ml durante los primeros 10 días. Los rotíferos se encuentran en un cultivo enriquecido con un 50% Isochrysis galhana y 50% Chaetoceros calcitrans. Iniciando en el octavo día, el aumento progresivo y paulatinamente de nauplios de Artemia a una densidad de 10 ind/ml. hasta que se quita completamente los rotíferos y únicamente se alimentan de Artemia, esto ocurre aproximadamente a partir del día 11 o 12. Los peces payaso fueron alimentados siempre con artemia viva no enriquecida.
En tercer lugar, a los 16 días después de la eclosión se aprecia la típica librea de estos peces. Después, a los 21 días posteriores a la eclosión, los alevines pasan de la vida pelágica a la vida epibentóncia transformándose en juveniles de aproximadamente 1 cm, es cuando se pueden separar y establecer las parejas y su correspondiente jerarquía. Esta jerarquía corresponde a una pareja de reproductores, que son los dominantes y a un reducido número entre 0-4 individuos no reproductores, generalmente machos. Hay que recordar que los Pomacéntridos en su mayoría son hermafroditas proterándricos, primero son machos y después se vuelven hembras, estás suelen ser de un tamaño mayor y más agresivas. Si muere una hembra el macho reproductor se transforma en hembra.
A diferencia de los peces de aguas dulce que siempre se requiere conocer el sexo, en los peces payaso el proceso de hermafroditismo secuencial de macho a hembra varía según tamaño y comportamiento.
En cuanto a la alimentación, hay estudios sobre como afecta el tamaño de la toma, calculada en porcentaje de masa corporal por dia y la frecuencia de las tomas en el crecimiento, evaluando el peso y la longitud de los juveniles. Al final del estudio, se pudo confirmar que para Amphiprion percula, el tamaño de la ración óptima es un 10,2% masa corporal /día en 3 tomas diarias. El efecto del tamaño de ración sobre el crecimiento depende de la frecuencia de las tomas. Así que en el caso del Amphiprion percula, un número menor de tomas aún aumentando la cantidad de estas tomas, no se verá traducida en un crecimiento óptimo. Durante el estudio no se administró a los alevines alimento inerte, en forma de pienso granulado. Una vez incorporado a la dieta regular de mantenimiento, conviene que tenga ácidos grasos como PUFA, HUFA y EFA.
En primer lugar para la preparación de los quistes para la descapsulación es necesario una previa hidratación, esto se consigue, poniendo los quistes en agua de mar entre 30 minutos y 1 hora, a una densidad equivalente a 50 g/l donde “g” son gramos de quiste. A continuación, se recolectaron los quistes hidratados en una malla de aproximadamente 120 micras y se elimino el exceso de agua. Finalmente, estos quistes fueron descapsulados pasada media hora.
En segundo lugar el procedimiento para la ejecución de la descapsulación empieza con el llenado de un tanque para la descapsulación con agua de mar, es obligatorio el uso de líneas de aireación con aireación constante. A continuación, hay que adicionar los siguientes productos con el orden siguiente:
- Quistes de artemia.
- Hidróxido de Sodio (NaOH).
- Hipoclorito de Sodio (NaOCI).
En tercer lugar hay que verificar en todo momento la temperatura, la descapsulación es una reacción exotérmica: para garantizar la viabilidad del embrión la temperatura del medio de descapsulación debe ser siempre menos de 40ºC; con temperaturas críticas se debe adicionar hielo, haciendo uso de acumuladores de hielo de plástico para evitar la modificación de los parámetros del tanque. Conviene verificar microscópicamente cada 30 segundos el progreso de la descapsulación (la disolución de la cáscara), esto se aprecia mediante el cambio de color de los quistes; pasando del color café al gris y de esté al naranja, que es el color del embrión. Al final del proceso se cosecharon los embriones rápidamente, enjuagándose abundantemente con agua de mar para neutralizar cualquier remanente de cloro, a continuación, se suspendieron los embriones ligeramente en la solución de tiosulfato de sodio y se enjuagaron otra vez con agua de mar.
En cuarto lugar para su uso posterior, los quistes se pueden preservar durante un máximo de una semana en refrigeración (0-4ºC) después que el exceso de agua haya sido eliminada (filtración de la pasta de embriones con malla de aproximadamente 120 micras).
Para su uso directo es necesario eclosionar los quistes inmediatamente bajo condiciones óptimas.
Las condiciones óptimas para la eclosión son las siguientes:
- Agua de mar filtrada (100 micras).
- Salinidad: 25-35 ppm.
- PH: >8.
- Temperatura 25-30ºC (temperatura óptima: 28ºC).
- Densidad de los quistes: 1-2 g/l.
- Iluminación: continua con intensidad en la superficie del agua de 2000 lux.
- Aireación: agitación fuerte del agua, manteniendo un nivel de oxígeno superior a 2 ppm durante el proceso de la eclosión.
En quinto lugar, una vez introducidos los embriones, eclosionarán aproximadamente a las 30 horas. El tanque de eclosión, es un tanque cilíndrico-cónico de poliuretano de 400 litros de capacidad. La recolección se hace por la base del tanque abriendo la llave totalmente unos segundos para eliminar los restos acumulados en el fondo, por eso se aconseja un tanque con la base cónica. Después son tamizados con ayuda de cedazos puestos en serie de diferente tamaño de malla. Después los individuos de cada cedazo son traspasados a un recipiente de 1 litro para dar las respectivas tomas. Para dosificar los nauplios para los juveniles, hicimos uso de una pipeta de plástico desechable de 25 ml.
Durante el estudio en “l’Aquàrium” al contar con decenas de tanques de exposición y cuarentenas, la recolección de artemia es una actividad rutinaria diaria.
Los nauplios no eran enriquecidos para la alimentación de los juveniles de Amphiprion percula.
En conclusión, los individuos adultos provienen de lotes procedentes de la empresa Cupimar en San Fernando (Cádiz). Cada lunes de la semana llega el pedido para abastecer de alimento vivo “artemia adulta” los tanques de exposición y cuarentenas. Las bolsas que contienen los ejemplares adultos, son introducidas dentro del tanque directamente y se da la aclimatación paulatina añadiendo agua del tanque dentro de la bolsa cada media hora con la ayuda de un bote de muestras de 100 ml.
En resumen, los peces payaso son susceptibles a algunas enfermedades comunes, tales como Cryptocarion y Oodinium, pero hay una que es en especial virulenta, la producida por un protozoo ciliado llamado Brooklynella hostilis, que suele afectar a los individuos capturados en la naturaleza, de ahí que sea conocida como “la enfermedad del pez payaso”.
En definitiva para el correcto traslado de los juveniles al tanque de exposición definitivo con las anémonas, es conveniente coger a los juveniles con ayuda de un recipiente para que se mantengan en agua en todo momento, y evitar la abrasión que puede provocar el salabre sobre el mucus de la piel. Una incorrecta manipulación puede romper la barrera protectora, y producir la descarga de los nematocistos en regiones desprotegidas del cuerpo del pez; por eso, se recomienda no mezclar en la misma bolsa de transporte, peces payaso y anémonas. Si a eso, se le suma el estrés de la captura de los individuos salvajes, se puede producir la muerte o debilidad de los individuos, favoreciendo la aparición de enfermedades. En caso de presencia de alguna herida, el pez conviene que sea aislado de la anémona hasta la completa renovación de la integridad del mucus.
Hay cepas perjudiciales de Vibrio sp que pueden perdurar en las masas filtrantes, en las paredes y en el fondo de los tanques con importante acumulación de materia orgánica, esta cepa produce el denominado “síndrome del tanque tóxico” produciéndose la muerte de todos los huevos y las larvas, entre 7 y 10 días.
Las lámparas germicidas UV tienen una vida útil máxima de 8000 horas dependiendo de las especificaciones, si las superamos pierde su eficacia.
En conclusión es conveniente el uso de esterilizadores UV adecuados para la capacidad del tanque, sobretodo si utilizamos agua procedente de otro sistema, un ejemplo, son los molestos Cerianthus sp, que pueden constituir una verdadera plaga que tapiza todo el tanque, estos cnidarios carnívoros podrían capturar a los nauplios de artemaia y incluso, las larvas de los peces payaso. La mejor forma de eliminarlos es de forma mecánica utilizando paños abrasivos, si pueden ser con un mango que facilitaría mucho el trabajo, siempre con mucho cuidado. De ahí que nosotros hemos preferido poner en funcionamiento un tanque de cría de 38 litros, puesto que en el lugar de puesta había muchos Cerianthus sp.
Agradecimientos a Patricio Bultó y a los compañeros de cuarentena de l’Aquarium de Barcelona.
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